CAJÓN DESASTRE

- ¿Has visto de que color gris oscuro se ha puesto el cielo?
- Si, eso es mala señal, nos va a llover de un momento a otro.
- Y nosotras a aguantar el chaparrón, aquí quietecitas, sin poder resguardarnos. Por lo menos podrían ponermos un plástico encima.
- No te quejes que por lo menos a tí no te pisotean. Tú estás ahí tan vertical que lo máximo que pueden hacer es que alguien te atropelle y te lleve por delante.
- Huy, eso le pasó a una tía mía y la pobre quedó hecha un amasijo de hierros, no se sabe siparecía un aparato de los dientes o una escultura moderna. Yo de momento sólo he quedado señalada por las pintadas de unos gamberros pero la verdad es que tengo miedo de acabar el día menos pensado igual o peor. Ya ves que vida, señalada por la suerte.

- Si quieres puedes consolarte pensando en que somos indispensables para que los bípedos (los que andan a dos pies, eh, no los que se tiran dos pedos) circulen correctamente con sus máquinas.
- Ni que nos hicieran mucho caso, si pasan de nosotras como del calentamiento global.
- Tienes toda la razón parece que no hacemos nada, ni que estuvieramos puestas por el ayuntamiento, ups ... bueno sí que nos colocaron ellos pero eso no tiene que ver deberían hacernos más caso.
- Mi prima es cincuentona y nadie pasa a menos de 50 Km por hora.
- A lo mejor es que la colocaron en un mal sitio, porque hay que reconocer que a veces estamos mal colocadas.
- Estoy totalmente de acuerdo, a veces parece que quien nos pone está colocado. Me parece que alguno de esos hace señales de humo oloroso. A pesar de eso los humanos nos deberían respetarnos igual.

- Me comentaron que un día una señal de dirección única harta de todo se volvió loca y se giró por completo e hizo que los coches se estrellaran contran un muro de un callejón si salida. La muy cabronaza se estuvo riendo hasta que la llevaron a la chatarra. Aunque a mi, si pudiera, a alguno me dan ganas de cambiarme el dibujo que muestro y poner una mano con el tercer dedo erguido.
- Si, je, je. Ese tipo de gente solo hace caso a las señales quemadas que aparecen en los campos de maiz. Primero dicen que esperan una señal del cielo y luego la encuentran en la tierra.
- Son unos pringaos, y luego dicen que las hicieron los extraterrestres. Pero que se creen,¿ que los extraterrestres aparcan tal mal como ellos?.

- Mira, mira, ahí viene uno. Ay, ay, ay.

- ¿Pero que haces?

- Que voy a hacer, sangiguarme, la señal de la cruz. Para, para, paraaaaaaaaaa.

- Bueno, ha parado, eso es señal de que es buen conductor.

- Si, si habelos hailos, el carajo es encontrarlos.

Reproducimos aquí parte de la entrevista que ha concedido en exclusiva para esta revista la pelota de baloncesto más botada. Si quieren votar por otra mande un SMS al 6969696969. Coste del mensaje 100 € minuto.
- Buenos días, permítame decirle que es un honor que le haya concedido una entrevista a este humilde periodista, usted que ha participado en tantas olimpiadas, mundiales...
- Déjese de hacerme la pelota y vayamos al grano.
- Vale, ¿usted que opina sobre todas estas pelotas que están fabricadas por niños y personas con un salario ínfimo?
- Que voy a opinar, siempre que el material sea el mismo no me importa en el lugar en que las fabriquen sino que las personas que las hagan tengan unas condiciones laborales consecuentes con el precio que nos ponen a la hora de vendernos. Pregúnteles a todas estas multinacionales famosas que nos fabrican ya verá como echan balones fuera.
- Luego, ¿puede haber diferencia de material?
- No sea pelotudo.Vaya pregunta más estúpida, parece que le haya pegado una pelota de goma policial en la cabeza. Pues claro que hay diferentes materiales. ¿O acaso no conoce usted las pelotas de plástico, de cuero, de hierro, de goma, de espuma o incluso las de trapo donde hay menos recursos?
- Cierto, perdone. Hablando ya a título personal, ¿no está cansada de que la boten tanto? ¿de pasar de una mano a otra?
- Hombre, a veces es cierto que me duele hasta la válvula pero no es para tanto. Piense usted en las pelotas de fútbol, por ejemplo, las tratan a patadas.
- Voy a echarle pelotas y si me permite hacerle una pregunta más íntima, ¿se ha enamorado usted de una pelota de otra clase?.
- Las tiene usted cuadradas. Permitir, permitir ya se lo ha permitido usted solito, la verdad es que con esa pregunta me ha dejado usted en pelotas.
- Discuple, pero es que hay rumores que dicen que es cierto.
- Ah, quiere usted poner la pelota en mi tejado ¿eh?. Bien, no lo voy a negar, hubo una temporada que tuve un affaire con una pelota de tenis.
- ¿Y porqué lo dejaron?
- Lo nuestro era un amor imposible, aparte de la diferencia evidente de tamaño nos gustaban cosas diferentes. Teníamos una forma distinta de pelotear y ver la vida, a mí me gusta botar a mi libre albedrío o de una mano para otra, pero ella solo quería raqueta, raqueta y más raqueta. Hasta llegué a tener celos de la puñetera raqueta y yo sólo paso por el aro lo justo y necesario.
- Vaya, lo siento. Reavivando la polémica ¿usted considera a las canicas como pelotas?
- Siento ser tan purista pero no, de ninguna manera. Eso sería como considerar a las pelotillas que hacen ustedes con los mocos como pelotas. ¿No cree?
- ¿Eh?
- Quítese la mano de la nariz, por Dios.
- Ups.

- Mira, mira, ya está otra vez igual. Se empeña siempre en lo mismo.
- Es más terco que una mula. Lleva haciendo eso desde que yo era borriquito cuando aún tomaba leche de burra.

- Si, muy listo no es. Desde luego, a veces hace cada burrada que parece que hay que echarle de comer pienso aparte y después aún por encima las justifica.

- Sin faltar, eh, que yo provengo de una familia de burros muy respetable, en la leche de mis antepasados se bañaba Cleopatra. Estoy hasta el hocico que se nos considere a los burros los más tontos de la raza animal cuando hay humanos que son mucho peores que nosotros.

- Cierto, hay alguno que en vez de hablar rebuzna, mejor sería que se quedara callado.

- Ahí, ahí, tenemos que dejar de hacer el asno y hacer una huelga de patas caídas hasta que nos hagan caso.

- ¡Toma!

- ¿Te gusta la idea?, ¡eh!

- No es eso, es que acabo de matar una mosca con el rabo.

- Ah.

- Es que me puso a cien, digooo cientos de veces. Hay sobre todo una parte de mi (una canción, eh) que la repite una y otra vez, una y otra vez. Que se le va a hacer, le gusto tanto....

- Bueno, bueno, menos lobos caperucita, a ver si acabas más rayado que un cebra encocada. Lo que pasa es que eres la novedad, y no sé si lo sabrás pero cuando eres nuevo te escuchan varias veces seguidas y no sales del reproductor en una buena temporada, pero pasada la novedad ya verás, pasarás al olvido y sólo te quitará de la carcasa de vez en cuando.

- ¿Porqué? Yo tengo dentro una música cojonuda, si cuando sueno se le van los pies de un lado para otro.

- Ya, no dudo que ahora sea así, pero te llegará la hora de comprobar que primero te sacará frecuentemente, luego un poco más espaciadamente y por último caerás casi en el olvido. Observa, ¿ves esos de allí tan grandotes?.

- Si.

- Son vinilos. A ellos ya no los saca hace mucho tiempo. Cuando yo llegué aquí sólo me insultaban y yo no comprendía a que venía tanta animadversión si yo no les había hecho nada, pero ahora comprendo el motivo les he quitado el trabajo, para ellos era un esquirol. Ahora en cambio comprenden que la vida es así y que llegará otro que me sustituya a mí y tendré que contentarme como ellos que de vez en cuando se acuerden de mí y me pongan. Alguno de ellos hasta tienen la misma música que yo.

- ¿Y eso?

- Es que yo soy un recopilatorio de un grupo.

- Ah. Oye, no es por nada, pero me gustan más sus portadas que la tuya.

- Y que la tuya listillo. Tú eres más presumido que uno de la jet-set, ni que fueras un disco de oro, espabilao. Las portadas de los vinilos siempre fueron más bonitas, no sé si es por el tamaño o porque eran más trabajadas que las nuestras.

- Vale, vale, ya entiendo. Lo que no sé es porque nosotros tenemos carcasas y a esos de allí los guardan en estuche.

- Es que son cds piratas.

- Pues yo no le veo nada raro, ni parche en el ojo del cd ni nada.

- Es música bajada de internet gratis, son la pesadilla de nuestras madres las discográficas.

- Pues si no me dices tú que es pirata yo lo consideraría hermanos nuestros, yo los escuché el otro día y tenían muy buena música casi todos. Además hay un montón de ellos.

- Eso es porqué si el amo comprara todas las canciones que le gustan estaría arruinado. Hay mucho cantante por ahí.

- ¿Y ese cd que está arrinconado?

- Ah, ese. Se lo regalaron hace un mes, pero es de bacalao.

- Ya decía yo que olía un poco raro.

- Ese acabará de espantapájaros creo yo, ya ahora cuando lo ponen espanta con su música a cualquiera, acabo más mareado que si me pusieran 24 horas seguidas. Es de ese tipo de cds que sus dueños los ponen en el coche a todo volumen o los utilizan para el montuning ese.

- Si es que hay cada uno que es mejor que se fuera con la música a otra parte.