lunes, 29 de septiembre de 2008

PETER PAN

- ¿Tú no eres Peter Rosca?
- Pan, Peter Pan. Pero no lo digas muy alto que estoy de incógnito. Tú eres Wendy ¿verdad?
- Vaya, aún te acuerdas de mi.
- Pues claro, siempre me pregunté como una chica tan guapa estaba siempre rodeada de sus hermanos pequeños y nunca de chicos. ¿Como te va?
- Ya ves, trabajando aquí de camarera en el "Nunca Jamás". ¿Y tú? ¿eres detective?. Acabas de decir que estabas de incógnito.
- No, soy policía secreto. Estoy vigilando al de bigotes que está sentado al lado de la ventana, se llama Garfio y es un pirata de cuidado.
- ¿Al que le falta una mano?
- A ese. Empezó vendiendo relojes falsos, luego se pasó a los CD y posteriormente a la falsificación de prendas de vestir; vendía la famosa ropa de cocodrilos pero con aparato en los dientes. Ahora es el jefe de una organización que se dedica a pasar caramelos ilegalmente.
- ¿Caramelos?
- Si, mujer, de esos que por dentro tienen pica pica. Sólo que en este caso están rellenos de cocaina pura.
- Caray, seguro que perdió la mano por culpa de un mal negocio con un narcotraficante.
- No, eso fue por culpa de un cocodrilo. Se le enganchó la manga en la máquina que tenía para falsificar los polos y le comió la mano y el Lorex que tenía puesto. Mira, ahora se sienta alguien con él. Voy a llamar a la agente Campanilla para que se prepare.
* Camarera, camarera
- Uy, me llama el garfio ese, voy a ver lo que quiere.
* Hola, guapa, me traes un ron con coca.. cola y una cerveza para mi amigo Smee. Que vea moverse ese culito rapidito, eh.
- Ahora mismo se lo traigo.
* Bien, bollito, eso es rapidez. ¿Quieres un caramelo u otra cosa? A ti te raptaba yo y te llevaba para un barquito que tengo, lo íbamos a pasar muy bien. Eh, cariño ¿que me dices?
- Oiga, deje de sobarme. No sé que garitos frecuenta usted, pero yo no soy una de esas. Pirata, más que pirata.
* ¿Eh?
.
Uy, agente Campanilla, agente Campanilla, dile a los Niños Perdidos que entren ya.
- ¡¡¡ Alto, esto es una redada!!! Sr. Garfio, queda usted detenido, ponga las manos sobre la espalda que lo vamos a esposar, tiene usted derecho a...
* ¿A esposar?, anda ya, pringao, ¿no ves que solo tengo una mano?. Además, ¿de que se me acusa?
- De tráfico con caramelos.
* Si bueno, llevo unos Strepsils. Tome, ¿Me va a detener por esto?
- A mi me quería dar los que tiene en el bolsillo de la chaqueta.
- Gracias, Wendy, así que Strepsils, eh. Este relleno no es para la garganta, eh. Llévenselo, por favor.
- Ojalá te pudras, sobón, más que sobón.
- Je, je, así me gusta Wendy, con carácter. Toma, apunta mi número de teléfono, si quieres un día quedar para charlar sobre los viejos tiempos me llamas.
- Lo haré.

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