jueves, 26 de octubre de 2006

MUÑECOS DE BODA



Ta ta tachán, ta ta tachán, ta ta ta ta ta ta ta ta tá.
- Uf, estoy de la cancioncita hasta el sombrero. ¿No podrían ser originales y meter una de U2 o alguna así?
- Chaval, tu olla descontrola, a veces pareces recién salido de fábrica, ¿te crees que van a cambiar algo que se lleva haciendo más de un siglo (o eso creo)?
- La verdad es que no, pero me gustaría que por una vez se saltaran todo el protocolo. ¿O acaso no los ves? Los hombres de traje y corbata, y las mujeres estrenando vestido porque nunca pueden llevar el mismo a dos bodas. ¡Ni que la gente se acordara de cómo iban vestidas hace tres años! Además para la música podrían llevar a una panda de mariachis, llevar a un grupo de rock o hacer una fiesta rasta.
- Ya, claro y todas los hombres en gallumbos y las chicas en bikini.
- Siiiiiiiiiii
- Claro, ¿te imaginas a ti en calzones en la boda?
- ?. Pues no. Pero yo soy un muñeco.
- No tienes sentido ninguno. Si ya lo sabía yo desde que el día que saliste de la fábrica, que tienes los botones bien puestos pero de cabeza nada.
- Que se le va a hacer ya me fabricaron con el sombrero puesto, no me da el sol en la cabeza y claro, no me afloran las ideas. De hecho creo que debajo del sombrero estoy calvo, ya sabes, ahorro de material.
- Hombre, yo siempre he dicho que no tienes un pelo de tonto.
- Menos cachondeo, ¡eh!
- Lo siento, no lo pude evitar, sabes que en el fondo te quiero, cariño. Muy en el fondo pero te quiero. Además, no te quejes ¿tú crees que es fácil llevar este vestido y estos zapatos? Caminar y no tropezar es todo un arte. Tu traje por lo menos parece más cómodo.
- Si, eso es verdad. Excepto la soga de la corbata con el resto se está bien. Mira, mira, ya empiezan a comer.
- ¡Qué brutos! Ni que fueran medievales, se han zampado ya nosecuantos platos. Parece que no les dan de comer en casa, seguro que alguno lleva en ayunas unos días. Mira, aquel de allí zampa como si llevara en huelga de hambre durante un mes, como la acompañante le ponga la mano por medio se la mordisquea.
- ¿Te fijaste en aquellos? , llevan bebiendo champán desde que empezaron la comida. Menudos sibaritas.
- Teóricamente es para no mezclar y así no coger tanta menopea ni tanta resaca.
- Tonterías, así no disfrutan del vino. Total se van a emborrachar igual.
- Por cierto, ya falta poco para que nos entreguen ¿a quien será?
- Seguro que a alguno que ya tenga de colección tres parejas como nosotros.
- ¿Como nosotros? ¿Insinúas que hay alguien más como yo?
- No, cariño, tú para mí eres única
- Gracias. Los dos siempre hemos estado muy unidos
- (No te jode, nos fabricaron juntos)
- ¿Has dicho algo?
- Nada, nada, mira el novio que borracho está ya. Ese no llega a los postres, dentro de poco se sube a la mesa y se pone a cantar.
- Desde luego.....

A Juancho y a Ana que se casan el sábado. ¡Qué sean felices! (Las perdices son para mí, bueeeeno os dejo unas poquitas ¡ñam!)

jueves, 19 de octubre de 2006

SILLAS




- Vaya nochecita, eh
- Y que lo digas hoy estábamos todas a tope. Era salir uno y entrar otro, no nos dejaban ni enfriar.
- Calla, calla, a mí aún me dura el olor del puerco ese que en vez de un estómago debe tener una bombona de gas. Echaba cada uno que parecía que se iba por la pata abajo, ni que fuera yo una cámara de gas.
- Si es que hay gente que parecen accionistas de gas natural.
- Vale, natural, natural sí que es, peroooo un poquito de consideración que somos sillas de restaurante de lujo no una banqueta cualquiera. Estuve a punto de abrir completamente mis patas y dejar que cayera al suelo. Ya verías tú que ridículo.
- Eso, eso. Mucho presumir pidiendo platos que tardas en nombrarlos 5 minutos y luego son unos puercos. El que tenía yo encima pidió estofado de ciervo a la pimienta con salsa de arándanos maduros de la Conchinchina aromatizados con canela sobre una cama de vegetales recién cosechados de la huerta de tío Pepe. Tanta tontería y ya ves donde acabó la dichosa salsa.
- Ostrás, vaya mancha. Si fueras de plástico aún te lavaban fácil, pero ahora van a tener que rascarte bien.
- Ya ves, ahora tengo que soportar nosécuantos productos químicos para que me quiten esta porquería pegajosa. Pero bueno, peor fue el otro día que me quisieron arrojar a la cabeza de alguien. ¡Quién fuera sillón!
- No creas, esos tampoco lo pasan muy bien. Que algunos no sólo utilizan el sillón para sentarse y ver la tele, eh.
- ¿No me digas?
- Si, si, a un tío abuelo mío le rompieron los muelles de tantoooo....
- Desde luego a veces son como animales, aquí te pillo y aquí te mato. Dan ganas de hacerse la coja y tirarse una de bruces para ver si acaban en una silla de ruedas.
- No nos quejemos que aún podríamos estar peor, podríamos ser sillas para niños pequeños o algo más grave comooo .... taburetes de barra de un bar.
- Huy, esos si que sufren, mira que tienen que aguantar de todo; además de las personas que se sientan encima de ellos tienes que soportar cada dos por tres (seis) bebidas que se le caen encima y las conversaciones de los clientes que parece que anidan allí. Ni que fueran psicólogos.
- Si, yo cuando tengo algún problema también voy a contárselo a ellos.
- ¿Tú también?
- Claro, ¿hace unaaa en el bar?
- Pueeees vamos allá. Mierda, que difícil es desplazarse así, quién fuera silla de oficina y tuviera ruedas.

viernes, 13 de octubre de 2006

TARTAS








- Adiooooos
- ¿A quién le dices adiós?
- A la tarta de chocolate que llevaba aquí 4 días, la pobre pensaba que no se la iban a llevar nunca. Al principio era mitad chocolate blanco y mitad negro. Pero de lo preocupada que estaba creyendo que se iba a pudrir aquí se quedó negra, negra.
- ¿Y para donde fue?
- Uy, creo que fue para el cumpleaños de un octogenario. No sé si le cogerán todas la velas.
- Ay, que dolor, agujereada ochenta y pico veces.
- A ver si tiene suerte y cuando la enciendan no se le activa los extintores del techo.
- Tienes razón, con tanta vela el sistema antifuegos va a pensar que es un incendio.
- Peor lo va a pasar una grandota que estaba aquí ayer. Yo, al hablar con ella notaba que le faltaba algo, como si estuviera hueca por dentro; y razón no me faltaba. Estaba completamente vacía en su interior, muy bonita por fuera pero hueca.
- ¿Y eso?
- Después me enteré que estaba hueca porque le iban a poner una persona dentro. Era de estas tartas que se esconde un chico o chica y luego dicen ¡Sorpresaaaa! Al final acabas desparramada y nadie te prueba, un auténtico desperdicio. Algunos/as comen el interior.
- Jo, que guarrada. Mira, mira, unas manos.
- A mí, a mí.
- Uuuuuuuy. Casi, casi. Otra vez será.
- Yo, sinceramente, para acabar así desparramada prefiero terminar en la cara de alguien. Por lo menos es más divertido.
- Si, por lo menos te relamen, algo es algo. Yo no tengo ese problema.
- ¿Porqué, acaso te crees mejor que las demás?
- No te desmerengues, que no es eso. Lo que pasa es que estoy reservada para un treinteañero. ¿O no ves las letras que pone encima mía?
- Ay, si. Perdona. A ver ¿que pone?. Z-E-B-E-D-E-O.


A Zebedeo, que mañana está de cumpleaños. Cumpleaños feliz, ráscate la nariz, te deseamos todoooos, cumpleaños feliz.
Coñó, pero si soy yo mismo.
Ya, ya, si es que tenías que haberte llamado Modesto.
Ejem, ejem. Buenoooo :-)

jueves, 5 de octubre de 2006

MONOS



- Pss, pss, mira. Hey, monada, ven para aquí que lo vamos a pasar bien juntitos en esta rama.
- Deja de hacer el mono que pareces un orangután.
- Que va, que va, tu déjame a mi. Preciosa como baje del árbol te voy a llevar a un sitio que conozco yo y vamos a estar todo el día....
- ¡Serás animal! ¿Tú piensas que así vas a encontrar una buena mona para aparearte?
- Pues claro. Además hoy me voy a poner mis mejores galas y...
- Recuerda que aunque la mona se vista de seda mona se queda.
- Vaya, tú que te crees ¿la mona Chita?
- Uy, no, que esa acabó alcoholizada. Cuando estaba con Tarzán no había problema, pero luego llegó Jane, Boy... y ya se sabe primero montaron una escuela para el niño, luego vinieron los amigos de Jane, montaron un bar y ahí ya empezó Chita. Las primeras veces bebía por el chiste, luego ya fue de manera habitual y al final siempre que discutía con Tarzán porque ya no la trataba como antes acababa en el bar. Creo que al final acabó desintoxicándose pero con un "mono" que se subía por las paredes.
- Si es que no te puedes juntar con las clases inferiores, al fin y al cabo son ellos los que descienden de nosotros.
- Claro, primero los muy inútiles pierden todo el pelo y así tienen que llevar más ropa que una mona de feria. Después pierden la agilidad para subirse a los árboles por si hay peligro y se tienen que meter en cuevas (con lo frías que son) y por último no se le ocurre otra cosa que apedrearse unos a otros. ¡Serán gorilas!
- Desde luego parece que no tienen cerebro. Con lo bien que se está aquí subido comiendo bananas y balanceándose de liana en liana.
- Por cierto, viste la cara que se le quedó al león del otro día cuando bajé de la liana, me hice el despistado y creyó que me iba a coger.
- Si, fue buenísimo, estaba yo gritando: oooolé, oooolé, ooooolé. Me partí de risa cuando se la pegó contra el árbol. Aunque por poco te deja el culo pelado ¿eh?
- Ufff, sí, le anduvo cerca. Pero es igual me río yo de esos leones y de cualquier animal de la selva, puedo con todos.
- Tranquilo, King Kong.
- Bueno, marcho que tengo una cita.
- Ay, que monito eres.
- Bonito, bonito, no monito, que eso solo me lo llama mi mamá.
- Bueno, llámale X. Suerte.

A Blanche.