PIES
- Pff, estoy cansado de tanto caminar.
- Lo noto, lo noto. Desprendes un olorcillo que ya le gustaría al queso de Cabrales.
- Habló quien pudo, quien esté libre de hongos que tire la primera piedra. ¿O acaso te crees que hueles mejor? Te recuerdo que eres mi gemelo.
- ¿Gemelo? ¿No soy un pie?
- Aún por encima graciosillo, vaya, me arrugo de la risa contigo.
- Venga, venga, no te enfades que no te dí pie a ello, y te va a salir un juanete. No te dije nada grave, tan sólo era una pequeña broma. Lo que hay que decirle al que sostenemos es que nos de un pequeño descanso y luego un bañito de relax, de esos que quedas más chupado que un caramelo.
- Ah, eso si que me hacía falta. Desde que se le da por hacer deporte me tiene machacado. Le dijeron que tenía que poner los pies en la tierra de una vez y ahora al tipo se le da por correr. Prefiero cien veces cuando intenta bailar y pisa al de que está a su lado, por lo menos conoces otros pies aunque sea en esas circunstancias.
- Cuando pisas está bien, pero cuando te pisaaaaan. El otro día me pusieron encima un pie que en vez de pisarme me clavó porque tenía unas uñas como mejillones. Vamos, que su dueño en vez de un hombre parecía un aguilucho.
- Ahí no tenemos queja, eh, alguna vez parece que vamos con las uñas a un funeral pero por lo menos no ensartamos a nadie. En ese sentido hay que ponerse a sus pies.
- Si llegamos a matar a alguien nos envían a un pies planos a detenernos. Te imaginas, detenido por asesinar a fulanito con los pies .... y en los titulares de los periódicos "el asesino de los pies ataca otra vez"
- Uff, se te va el dedo gordo de tanto pensar. Te conviene que te aireen ya.
- Desde luego tú no le das pie a la imaginación ¿eh?
- Yo prefiero ser más práctico, sé que no puedo caminar sobre las aguas a menos que haga esquí acuático.
- Si, si, y ahora me vendrás con lo "caminante no hay camino, se hace camino al andar" claro, el tal Antonio este lo dijo porque él no tenía que sufrir lo que sufrieron sus pies con la caminata.
- Tú siempre buscándole los tres pies al gato. Venga, venga, sigue caminando.
- ¿Cuantos pies faltan para llegar?
Nota al pie: Esos pies, aunque conocidos, no son míos.
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